Estos tiempos de pandemia nos han impelido a usar de la tecnología para desarrollar las labores educativas, sobre todo, las de carácter instructivo, pero ha sido motivo para demostrar la heroicidad de la labor docente.

Por Dirección de Comunicación. 06 julio, 2021. Publicado en Correo

(Artículo escrito por el profesor Pedro Peña, de la Facultad de Ciencias de la Educación).

El Día del Maestro es una oportunidad que tenemos, todos los que nos dedicamos a formar a las distintas generaciones, para celebrar la vocación que hemos recibido como el camino para la santificación personal. La tarea que desempeña el maestro tiene una doble dimensión: personal y social.

La dimensión personal tiene, como ya dije, un nivel salvífico tanto para quien ejerce la profesión como para las personas a las que el maestro destina su esfuerzo. El maestro instruye, sin duda alguna, porque hace llegar el conocimiento (lo cual lo debe comprometer a investigar y estar al día en lo que las ciencias descubren; y a  conocer y manejar con cierta eficiencia la tecnología existente); pero, por sobre todo, el maestro guía; es decir, orienta a sus estudiantes para que sean capaces de entenderse y quererse a sí mismos, para que puedan descubrir su papel en este mundo, asumir la responsabilidad de su propia vocación y desarrollar sus cualidades al máximo posible, lo que podría resumirse en tener las condiciones para buscar ser felices.

La dimensión social se infiere a partir del descubrimiento y desarrollo de las cualidades personales y del entendimiento de que dichas cualidades tienen el fin de servir a los demás. Ello garantiza que la sociedad pueda pervivir y ser solidaria.

Estos tiempos de pandemia nos han impelido a usar de la tecnología para desarrollar las labores educativas, sobre todo, las de carácter instructivo, pero ha sido motivo para demostrar la heroicidad de la labor docente, pues, hemos tenido que buscar maneras de poder reconectar emocionalmente con nuestros estudiantes, de ser su soporte cuando los padres eran afectados por el letal virus, a estar disponibles a conversar, para absolver dudas personales.

Así, pues, particularmente hoy, debemos comprender la enorme responsabilidad de los maestros y reconocer los esfuerzos que desarrollamos permanentemente.

Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.

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